jueves, 26 de noviembre de 2009

CAP. III: Horóscopo

EL HORÓSCOPO HA DICHO QUE HOY NO ES EL DÍA. Que no es el momento de realizar nuevos proyectos, ni de tomar nuevas decisionas, vamos, que no es el momento de seguir. Dice que debo recoger lo que he sembrado. Y precisamente eso mismo estoy haciendo: recoger un montón de mierda.
Pequeña libreta maléfica, te voy a contar mis antecedentes. Yo llevaba cinco años trabajando en una importante empresa de cosméticos, en Madrid. Empecé llevando cafés y sandwiches de jamón y queso o vegetales a los despachos de mis siliconados compañeros y jefes. Esto me permitió comprobar varias hipótesis:
1) Cuanto mayor rango, más silicona y botox en el cuerpo.
2) Trabajar en una empresa de cosméticos distorsiona la percepción de uno mismo y autodestruye.
3) La belleza y la nostalgia por la juventud perdida son una bomba mortal.
YO, afortunadamente, fui el caso inverso. En contra de todo pronóstico, entré con una concepción triste de mi misma para salir de la empresa queriendo cada una de las imperfecciones de mi piel.
Recuerdo que cuando entré a trabajar todo mi entorno se alegró mucho, porque suponía que me iba a empapar de ese afán por alterar mi genética e iba a resultar más atractiva. Pero no fue así. Y ahora ellos son enfermos del botox y yo soy NATURALMENTE sexy. Como un yogur. Y me envidian. Es por esto que dejé la empresa, porque:
a) ya me había tirado a todos los hombres no gays de mi sección (que eran dos: el joven informático y el camarero de la cafetería).
b) me di cuenta de que ya no tenía nada que hacer.
En cuanto a mi vida personal, tuve un par de relaciones cortas, diversas muy cortas y otras muchas cortísimas, todo en función de mi embriaguez, a su vez fruto de una relación fracasada, que no me apetece recordar.
Y a grandes rasgos eso fue lo que sembré: NADA. Relaciones vacías, trabajo de mierda y fracaso acumulado.
Conclusión: ¿qué voy a recoger entonces, horóscopo de mierda?
La verdad es que es curioso, porque yo nunca había leído mi horóscopo con tanta pasión, pero esta vez me ha dolido. PROFUNDAMENTE. Estas revistas femeninas no tienen ningún tipo de escrúpulo, seguro que las revistas masculinas ofrecen predicciones más optimistas. Algo así como: "Ey, ya se empiezan a notar los resultados del gimnasio chavalote, en dos días esa chica es tuya", o "Tranquilo, aunque ahora estés en paro, sabes que eres un tío grande: sal a la calle y demuéstralo". Esto sí. AMÉN, HERMANO. Por esos ánimos, yo sí pagaría.
Conclusiones de la conclusión:
1. Mi retiro espiritual iba a acabar dentro de dos días, pero ya que soy una parada en retiro espiritual, he decidido que voy a alargarlo hasta que pueda recoger algo de lo que siempre en él.
2. Voy a crear mi propio horóscopo personal y éste se va a llamar "Adiós Mierdaval".
3. "Lejos-Ara Malikian" facilita el tráfico de ideas.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

CAP. II: El día después

RESACA. Ahora mismo, lo único que me pone contenta es ver dibujos animados sin sonidos para convertir sus personajes en adictos al sexo y los tres dientes que se le cayeron a mi amiga ayer mientras se estaba tirando su "chachiconquista" de ayer. Me están sonriendo desde la mesa diciéndome: "¡mira, la muy gilipollas tuvo sexo ultraviolento y apasionado, pero se ha quedado con una sonrisa de mierda!". Ya me dirás cómo presumes de tu "chachibocabuzón" ahora, zorra.
Aún así, en el fondo me alegro por ella.
- Igual debería hacérmelo mirar.
- No, joder, así almenos me río un rato.
- Joder, ¡dónde mierdas está el mando!.
(Vale, igual lo de la multipolaridad sí es un problema, pero tengo mejores cosas en las que pensar)
JODER, llevo sólo dos días en mi retiro espiritual, que iba a ser "EL MARAVILLOSO RETIRO ESPIRITUAL", y ya empezamos mal. Fatal. Confiaba tanto en que iba a salir bien, que me compré una libreta en los chinos para ir apuntando los esbozos de mi best seller autobiográfico. Iba a ser tan cojonudo lo que me iba a pasar, que todo el mundo querría saber cosas tan importantes sobre mi como en qué dirección empiezo a lavarme los dientes o si duermo con algún tipo de peluche. Mmm, ¿de mascota?..., de humano diseñado para procrear y procrear... JODER. No es así. El último que pasó por esta zona tan poco concurrida, prefirió no volver a repetirlo. Y el que me quiso demasiado bien hace mucho que ya no está. Y ojalá no hubiese venido nunca. Pero eso es otra historia y esta libreta de los chinos de 0,50€ amarilla iba a ser un best seller y no un best loser. ¿Igual dan mala suerte las libretas de los chinos de 0,50€ amarillas? Nunca me fié del amarillo, es un color demasiado llamativo.
En fin, menos mal que estoy de resaca y llevo horas ejercitando mi creatividad con los dibujos.
Un día cualquiera en estas mismas circunstancias, ya estaría depilándome lo "indepilable" y tirando monedas en un río, o un mar, una fuente... A veces, si me apuras, incluso un vaso. Mi abuela nunca debería haberme dicho que si pides un deseo tirando una moneda al agua, se cumplen. Nunca fui muy avispada.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Mi best seller

CAP. 1: Vacaciones: la zorra del vestido rojo

Son las tres de la mañana. Yo me emborracho como una posesa mientras le espero llegar. En el bar hay bastante ambiente. Algo borroso, pero ambiente al fin y al cabo. Voy a por el tercer tequila de la noche y mientras me destrozo los labios mordiendo la rodaja de limón, aparece él. MIERDA. Me he mordido el labio. JODER, va con una mujer. Pelirroja-peligrosa. Lleva un vestido rojo. Las uñas rojas. Se me cae una lágrima y no sé si es por la vertiginosidad de sus tacones, la exhuberancia de sus pechos o que me está sangrando el labio. “Zorra, seguro que lleva bragas color carne”, me digo.

Intento esconderme, busco a mi amiga para que al menos no parezca que le estaba esperando sola. “Hijo de puta, hijo de puta…” como banda sonora de mis pensamientos. Desde luego, ella parece sacada de una canción de Malena Gracia.

Ya veo a mi amiga. Ahora mismo, veo una mano gigante negra en su culo. “No, guapa, ahora no tengo tiempo para alegrarme por tu conquista”. Voy directa al baño.

Para variar, el de chicas está lleno, así que me meto en el de hombres. Desde aquel senegalés que se me metió en la habitación de un hotel de mala muerte, ya pocas cosas me sorprenden. Mientras bendigo la madre de aquel senegalés, me voy curando la herida. Un gilipollas entra y me dice: “¿Qué pasa nena?¿Te mordió un vampiro? Como el Crepúsculo ese…”. Dios, odio los best sellers. Le mando a la mierda, me repaso la raya de los ojos y me subo un poco el escote, que parezca que soy irresistiblemente feliz. Que no se vea que en el fondo soy una chica de bragas de Snoopy con estampados rosas. Que no se vea que hacerme llorar es casi tan fácil como hacerme reír.

Salgo del baño con “el mundo a mis pies” como grito de guerra. Como la Geisha en Madrid de la que habla Ariel Rot.