domingo, 21 de junio de 2009

Insomnio

Si tuviese una libreta bohemia llena de fotos pegadas con celo y pegatinas de chicles no estaría escribiendo aquí. Llevo una hora dando vueltas en la cama, tengo un examen esta semana y tengo un día de vacaciones antes de empezar a trabajar este sábado. Cuando no me puedo dormir, enciendo el ordenador. Eso hace que al día siguiente tenga los ojos más tristes del mundo, como si se hubiesen estado pegando entre ellos, como si me hubiese quedado toda la noche bizca. Y mis ojeras sólo podría tapármelas el estilista de Madonna. Pero no pasa nada, mañana será un día de no salir de casa y estudiar, así que nadie tiene por qué verme.
Cuando no me puedo dormir, pienso en tonterías, que me llevan a más tonterías y al final acabo enfadándome porque no recuerdo por dónde había empezado. Cuando doy vueltas en la cama, me imagino escribiendo lo que se me pasa por la cabeza y siempre es mejor que lo que acabo escribiendo cuando ya no puedo pensar nada. Acabo de oír decir a Calamaro que "la vida es una cárcel con las puertas abiertas". Mi insomnio también.
Cuando me aburro en el ordenador, sobre todo si tengo que dormir y no puedo, me pongo a mirar perfiles de Tuenti de amigas de mis amigos/as. Y mira por dónde, siempre hay alguna que está/parece super guapa, almenos en su foto principal. Y si tengo suerte y lo tiene público, miro sus fotos, para ver si fue casualidad. Muchas veces no lo es. Esto, junto con mi declaración pública de que veo Física o Química, no es desgraciadamente lo más triste que he dicho en la vida. "Quien tiene boca se equivoca", no sé cuántas veces me lo han dicho, pero eso suele decirlo el que se equivoca, claro. La otra parte dirá "Quien tiene boca, que no me toque los cojones". Por eso yo le tengo un cariño especial a mi perro.

  • Moraleja 1: antes de hablar de algo serio date un bofetón y si no dolió lo suficiente será que lo que vas a decir duele más si te lo callas.
  • Moraleja 2: hablarle a un perro es como hablarle a una pared, pero en vez de entrate ganas de golpear tu cabeza contra él, acabas pasando de todo para que te pasee él a ti, que tú ya has tenido bastante.