lunes, 31 de mayo de 2010

El mundo ya no necesita otra canción de amor

Acércate a estas manos, que son tus manos de alquiler. Prométeme que me dejarás ganar un pulso. Luego lo que quieras: cosquillas, curvas de la vida o anillos atascados. Y me prestarás tus miedos, envueltos en papel albal. Y envolveremos los míos. Les engancharemos alfileres de colores. Jugaremos a que son una familia de erizos que no encuentran su Air Wick. Nos cansaremos y crearemos un campo de exterminio para erizos apestosos. Hartos de jugar a ser dioses volveremos al bar y pediremos vino del caro. Haré que me gusta, sólo el primer trago, luego lo escupiré disimuladamente y diré que me duele la cabeza.
Y sin más vuelta de hoja me llevarás en brazos a casa mientras me quedo dormida. No te preocuparás porque cuando duermo escucho y contesto, así que todo en orden.
Me despertaré con un mal humor que sólo unos buenos calamares podrán apaciguar. Dejaré que pruebes un poco. Nunca permitiré que te acostumbres.
Hablaremos sobre ropa interior con las escaleras mecánicas del metro, contaremos las colillas de los ceniceros y deshojaremos los folletos de información portugueses.
Finalmente, barajaremos mil finales que hubiesen sido mejores para miles de películas que no me he dignado a ver. Ni veré. Y así no habrá finales reales, nunca.

sábado, 15 de mayo de 2010

#alienaciones

Ligabue dice que "niente paura, ci pensa la vita, mi hanno detto cosí".
Yo atiendo, y mira que lo intento, pero mi segundo pensamiento es el ADV que me ha pasado Pablis, el de la gitana que "no está gorda, está acumulando mierda para luego cagarse en todos tus muertos". Luego, pienso en Monstruos invisibles de Palahniuk, El Grito de Münch y el Dedicatoria a Oskar Panizza de Grosz.

Consciente de mi dudosa estabilidad mental, me pongo Dulce Rocanroll de los Buenas Noches Rose, busco cuadros de Kandinsky en Google Imágenes y me enciendo incienso de ese que huele a chino cuarentón muerto. De esos chinos que nunca me sonríen.

Entonces por lo tanto llegados a este punto y en este único momento que no puede ser otro, miro fotos. Y ahí está MiniSaryn con su hermano y los perrunos. Y la chica de los muelles y aparatos de la playa. Y la de la graduación, y la de la Patximotxada. Tampoco ha querido faltar la que un día dijo "me tiño de azul" y volvió a la Mansión Balboa con el pelo rojo.

Las conclusiones a todo esto son tan predecibles que hasta el perro de Pavlov llegaría, pero ocupan más de 140 caracteres, y más de eso, siguiendo mi razonamiento virtual, se llama SPAM EXISTENCIAL.